En vísperas del aniversario 30 del ataque terrorista a la mutual judía, el jefe de Gobierno porteño participó de la Sesión Plenaria del Congreso Judío Latinoamericano.
Al cumplirse 30 años del atentado terrorista a la sede de la AMIA, el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, recordó a las 85 víctimas fatales y describió dicho ataque terrorista como “una acción violenta, cruel y despiadada”.
Durante su discurso en la Sesión Plenaria del Congreso Judío Latinoamericano, destacó que mañana a las 9:53, hora exacta del estallido de la bomba del 18 de julio de 1994, sonarán las sirenas de la Ciudad para rendir homenaje a quienes perdieron su vida en el salvaje atentado terrorista.
“He dado la instrucción que mañana a las 9:53 todos los destacamentos, ambulancias y móviles de tránsito de la Ciudad harán sonar sus sirenas en recuerdo de aquel día trágico y para reclamar una condena a los culpables”, anunció Macri.
Para el alcalde porteño, el atentado “fue una acción violenta, cruel y despiadada, planificada, ejecutada y financiada por Hezbollah”, y agregó que “los violentos no tienen cabida en una Ciudad donde valoramos y defendemos la vida, la libertad y la fraternidad”.
Jorge Macri también volvió a condenar el ataque de Hamas al Estado de Israel, al sostener que “el accionar de este grupo terrorista, que aún mantiene cautivos a rehenes inocentes cuya liberación seguimos reclamando, exige la condena internacional a la que nos sumamos enérgicamente”.
“La lucha contra el terrorismo y contra el antisemitismo no conoce fronteras y requiere de una acción firme y sostenida en materia de seguridad y cooperación internacional. Este es el compromiso inquebrantable de quien les habla y de todo el equipo de gobierno. Cuenten con nosotros porque en esta Ciudad el respeto, la tolerancia y la libertad son valores que no se negocian”, resaltó el jefe de Gobierno.
En ese sentido, mostró su preocupación por el “alarmante” crecimiento del antisemitismo en otros países.
“Sin embargo, no dejamos de comprometernos con el fortalecimiento del diálogo interreligioso en nuestra Ciudad, un modelo inspirador para todos aquellos que luchan por defender y construir la cultura del encuentro y el respeto”, planteó.
“La convivencia pacífica entre culturas e identidades diversas es patrimonio de una sociedad madura y tolerante que, sin olvidar su pasado ni su dolor, mira hacia delante con esperanza”, siguió.
“No podemos ni vamos a permitir que ningún acto de naturaleza ideológica, fundamentalista o terrorista rompa la paz social y la seguridad de los porteños. Elegimos la civilización y no la barbarie”, señaló Macri.
Y remarcó que “los atentados a la AMIA y a la Embajada de Israel abrieron una herida muy profunda e imborrable en la vida de esta Ciudad y en la historia de nuestro país”.
“Desde hace 30 años seguimos uniéndonos cada 18 de julio para reclamar y exigir justicia, junto a los familiares de cada una de las víctimas y a todos los argentinos. El paso del tiempo se vuelve tan incomprensible como inaceptable para quienes seguimos pidiendo el castigo de los responsables”, concluyó.
El Congreso Judío Latinoamericano es un organismo que representa a 18 países de las comunidades judías de América Latina, y pertenece a la familia del Congreso Judío Mundial.
Estuvieron también en el Plenario el presidente Javier Milei; los presidentes de Paraguay, Santiago Peña, y de Uruguay, Luis Lacalle Pou; el presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de los Estados Unidos, Benjamin Cardin; y representantes de la AMIA y la DAIA, entre otras autoridades locales e internacionales.
En el barrio del Once y a metros del lugar del atentado la Ciudad reabre mañana la estación del subte Pasteur-AMIA, tras una obra de remodelación que incluye muestras vinculadas a la memoria de lo acontecido hace 30 años.