El resultado de la carrera no trastocó el apabullante dominio de Red Bull Racing (RBR) en la pista, aunque la escudería de Milton Keynes desanda jornadas agitadas y se convirtió en una usina de rumores para el paddock del Gran Circo. Un escenario impensado para el equipo que reina desde 2022 en el Mundial de Constructores y desde un año antes con Max Verstappen entre los pilotos.
La denuncia sobre Christian Horner, las derivaciones que tuvo el caso en la previa del Gran Premio de Bahréin, y las explosivas declaraciones de Jos Verstappen, padre de Max, acerca de cómo afecta a la armonía de la escuadra la presencia del británico, alteraron el pulso y abrieron el juego a múltiples situaciones. La continuidad del tricampeón neerlandés, con contrato hasta 2028, las especulaciones sobre la robustez y competitividad del proyecto Ford y hasta una puja de poder entre la familia Yoovidhya y los ejecutivos austríacos de Red Bull se entremezclan en un submundo de intrigas y movimientos ajedrecísticos.
Es más, esta crisis promete generar un terremoto en el deporte mundial.
Horner, jefe del equipo de Red Bull, fue acusado de “comportamiento sexual inapropiado” con una empleada, si bien finalmente fue absuelto luego de una investigación interna de la escudería.
Más allá de eso, Jos Verstappen dejó en claro que la situación no está para nada resuelta puertas adentro. “Hay tensión mientras siga en el puesto. El equipo se arriesga a desgarrarse. No puede seguir así. Va a explotar. Juega a ser la víctima cuando es el quien está en la raíz de los problemas”, lanzó.
Además, al escándalo se sumó un correo electrónico anónimo que le llegó a periodistas especializados en Fórmula 1: los presuntos mensajes de Horner (que contenían imágenes subidas de tono) dirigidos a la empleada.
En este contexto, suena cada vez más fuerte la versión de que Max Verstappen podría dejar Red Bull pronto para marcharse a Mercedes, que perderá a Lewis Hamilton (se va a Ferrari en 2025). De hecho, Jos Verstappen estuvo con Toto Wolff (jefe de la escudería) en Bahréin. El piloto de Holanda tiene contrato hasta 2028, pero habría una cláusula que le permitiría salir antes, en caso de que renuncie Helmut Marko, asesor del equipo.
Puertas adentro del equipo de la bebida energizante ya se imaginan el portazo de Mad Max. Si llega a quedar un lugar libre en Red Bull, el favorito para ocuparlo sería Fernando Alonso, quien también suena para Mercedes.