Desde el inicio de sus funciones en 1862, la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha tenido un total de 111 ministros, de los cuales hubo 108 varones y sólo tres mujeres. Desde diversas entidades que agrupan a profesionales del derecho repudiaron la nominación de dos varones para cubrir vacantes en el máximo tribunal de la Nación.
Entre 1970 y 1973 Margarita Argúas se transformó en la decana de las mujeres en ocupar un asiento en la Corte. Esa presencia se repitió recién con el nuevo siglo, cuando coincidieron varios años como ministras Elena Highton de Nolasco y Carmen Argibay. A partir del derrumbe de la “mayoría automática” y la reestructuración del tribunal que encaró el presidente Néstor Kirchner, se abrieron las vacantes que terminaron con estas dos presencias femeninas. La primera estuvo entre 2004 y 2021, mientras que Argibay ingresó en 2005 y se desempeñó hasta su fallecimiento, en 2014.
Luego de eso, la Corte espera desde hace años que al menos una vacante sea ocupada por una mujer. La mirada masculina está representada hace varios años, en solitario, por Juan Carlos Maqueda, Horacio Rosatti, Ricardo Lorenzetti y Carlos Rosenkrantz. Desde el retiro de Highton de Nolasco, los hombres monopolizan la cúspide de la Justicia argentina.
RECHAZOS
Cuando desde diversos sectores se esperaba que la vacante del quinto integrante producida en 2021 fuera ocupada por otra mujer, el Ejecutivo nacional sorprendió el miércoles con el envío de dos varones postulados como ministros de la Corte: el juez Ariel Lijo y al académico Manuel García Mansilla.
Desde la Asociación de Mujeres Juezas de la República Argentina (AMJA) emitieron de inmediato un comunicado citando como instrumento de jerarquía constitucional la “Convención contra toda forma de discriminación contra la Mujer”. Por esto, le piden “al señor Presidente de la Nación que, en el ejercicio de su atribución” de “nombrar los magistrados de la Corte Suprema”, “dé pleno cumplimiento a los mandatos constitucionales, convencionales y reglamentarios argentinos que garantizan la igualdad entre varones y mujeres”.
En igual sentido se pronunciaron, pocas horas después de conocerse la postulación de dos varones, otras organizaciones. La Federación Argentina de Magistrados (FAM) expresó su “más enérgico repudio en atención a vulnerarse principios básicos como la paridad de género que, como Estado, debemos asegurar al haber asumido compromisos internacionales”. Entre otras entidades, el “Colectivo Mujeres del Derecho” también expresó su “enérgico y señaló: “Hoy más que nunca decimos: una Corte sin mujeres es una Corte sin Justicia”.
