La productividad del trigo 2023/24 está siendo afectado en muchas zonas agrícolas de Argentina debido a un clima seco y cálido, y heladas, dijo el jueves la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BdeC), que añadió que lluvias en la primera mitad de septiembre traerían alivio a distintas regiones productoras.
Argentina es un importante exportador mundial de trigo y en la actual campaña 23/24 los agricultores del país sembraron 6 millones de hectáreas con el cereal. La cosecha del trigo comienza en noviembre y termina en enero.
“En la franja central (de Argentina), la ausencia de lluvias continúa impactando negativamente en la condición del cereal que se encuentra previo al inicio de etapas críticas” de desarrollo, dijo la BdeC en su reporte semanal de cultivos, donde advirtió que en el norte la falta de agua también afecta las plantas.
No obstante, “se esperan lluvias durante la primera quincena de septiembre que, de concretarse, podrían abastecer al cultivo durante el inicio de las etapas reproductivas en (las provincias de) Buenos Aires y La Pampa”, agregó.
En el sur de Buenos Aires, una importante región triguera, el cultivo presenta buenas condiciones gracias a adecuados niveles de humedad, dijo la Bolsa.
Con respecto al maíz 2022/23, la BdeC explicó que solo resta por recolectar el 1,1% del área implantada con el grano, cuya cosecha está estimada en 34 millones de toneladas, muy por debajo de los 52 millones de toneladas del ciclo previo debido al impacto de una histórica sequía.