Este lunes, un preso que estaba alojado en la Unidad Penitenciaria número 13 de Junín se fugó y es intensamente buscado
Valentín Cúneo
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La noticia se conoció este lunes alrededor de las 19 horas y según medios de la zona se habría fugado cortando un alambrado, cerca de las 18.
Además, un vecino que vive en la zona de la UP 13 contó que «autoridades se acercaron a mi casa y pidieron pasar a mi patio, tengo unas cuantas hectáreas, a rastrillar». El nombre del interno fugado es Reybet Sifo, Cesar Joaquin.
Reybet, fue condenado en el 2017 a 16 años de prisión por asesinar a dos personas en una chatarrería ubicada en barrio Mitre. Sin embargo, con un poco de buena conducta y trabajos dentro de la cárcel logró que un juez le otorgara las salidas transitorias.
Es por esto que en el 2022, un 21 de agosto, diario EL NORTE dio cuenta en una nota en la que se sospecha que este sujeto estaría implicado en un hecho en donde volvió a delinquir en una de estas “salidas legales”. En esta última oportunidad, se cree que él era uno de los que estuvo junto a dos hombres más. Reybet y compañía habría robado un auto en un taller de la zona oeste de la ciudad, luego se escaparon en el vehículo. Pero al llegar a Pergamino, un control policial los detiene y Reybet Sifo y sus aliados, comenzaron a enfrentarse con el personal policial. Tras el enfrentamiento con la policía, los delincuentes se fugaron por la ruta 32 en dirección a Rosario, en una persecución por parte de los efectivos de la Comisaría 3ra de Pergamino. En la fuga, se produce un accidente a lo que deciden ingresar al Camino 12 de Agosto donde abandonaron el vehículo e ingresaron a una zona rural a pie.
Por esta razón, Reybet Cesar es un sospechoso del hecho por lo que debían (si se comprueba su participación) sumarle la condena a las demás causas, lo que le implicaría estar más años dentro del penal. Por lo que se sospecha que esta fue la razón que derivó en la repentina fuga.
Reybet, preso por ejecutar a dos empleados en una chatarrería
Un 25 de octubre del 2017, un sangriento suceso tuvo lugar en la ciudad. Dos empleados de una chatarrería murieron a balazos y el dueño del establecimiento resultó gravemente herido tras un ataque a tiros de dos hombres. El viernes a las 19:00 horas, se desató la tragedia en una chatarrería ubicada en la avenida Falcón al 1.100 de San Nicolás.
Las víctimas de este espantoso episodio fueron identificadas como Alejandro Carreras, de 33 años, y un adolescente de 17 años llamado Jonathan Docteur. Ambos empleados del establecimiento. Carreras estaba en el lugar junto a un amigo que había llegado para ayudar a arreglar su automóvil, que no arrancaba. Fue en ese momento cuando un Chevrolet Vectra gris, con vidrios polarizados y dos ocupantes armados, hizo su aparición en la escena.
Según el relato del testigo, el conductor del Vectra disparó a Carreras en la pierna, acusándolo de haber enviado a personas para “apretarlo”. Mientras el otro atacante mantenía al testigo bajo amenaza, su cómplice efectuó un disparo adicional a Carreras, esta vez en el estómago.
Un adolescente de 17 años, que trabajaba en la chatarrería y regresaba en bicicleta después de hacer unas compras, también fue blanco de los disparos por parte del acompañante del Vectra. El dueño del establecimiento, Nicolás Benegas, de 33 años, recibió múltiples disparos, incluyendo uno en el hombro, otro en el maxilar y un tercero en una mano.
Según informantes, los atacantes (uno Reybet Sifo, Cesar Agustin) dispararon indiscriminadamente en el lugar antes de interrogar al testigo sobre sus vínculos con las víctimas. El joven respondió que no tenía ningún tipo de relación con ellos, a lo que los agresores le ordenaron retirarse de la escena.
El testigo dio aviso a la policía de lo sucedido, y cuando los oficiales de la comisaría primera llegaron al lugar del crimen, encontraron a Carreras y al adolescente Jonathan Docteur sin vida. Por otro lado, el dueño del local, Nicolás Benegas, estaba gravemente herido y fue trasladado de urgencia al Hospital de San Nicolás, donde permanece internado.
En base a la información proporcionada por el testigo presencial, la policía logró detener en las inmediaciones a uno de los presuntos asesinos. Era un hombre desempleado de 31 años. Además, se incautó una pistola calibre 11.25. En la escena del doble homicidio, se encontró un proyectil intacto, otro encamisado y una vaina servida de calibre 11.25.
Las autopsias realizadas a los cuerpos de las víctimas revelaron que ambos murieron a causa de disparos en la cabeza que provocaron la destrucción de masa encefálica.
VC