La Argentina se convirtió en uno de los pocos países en donde se producen vacunas contra el coronavirus. Se trata de Richmond, cuyo presidente, Marcelo Figueiras, viajó a Moscú para realizar el control de calidad correspondiente.
La Argentina se convirtió en uno de los pocos países en donde se producen vacunas contra el coronavirus. Al trabajo que realiza mAbxience en alianza con AstraZeneca, se sumó un proceso que se había mantenido en secreto hasta hoy.
El laboratorio Richmond informó formalmente ante la Bolsa de Comercio de Buenos Aires que fabricó y envió recientemente dosis de Sptunik V a Moscú con el objetivo de obtener la aprobación rusa para iniciar la producción masiva en una de sus plantas ubicadas en el partido de Malvinas Argentinas, en la provincia de Buenos Aires.
Allegados a la compañía especificaron a Infobae que los lotes enviados a Rusia incluyen 21.176 dosis que serán testeadas y sometidas a pruebas de calidad en el Instituto Gamaleya como paso previo a su fabricación en escala. Este proceso es parte de un entendimiento que se firmó el 25 de febrero entre el Fondo Ruso de Investigación y el laboratorio, que podría convertirse en un hito significativo en la lucha contra el avance del virus en la Argentina.
El proyecto no es novedad para las autoridades locales. De hecho, la semana pasada hubo funcionarios que visitaron en secreto la planta bonaerense, entre ellos el ministro de Salud de Axel Kicillof, Daniel Gollán, y el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa.
En Rusia
Marcelo Figueiras, presidente de Richmond, se encuentra en Rusia junto a su equipo de trabajo para supervisar las pruebas y cerrar los detalles del método de trabajo que podría ponerse en marcha en pocos días. Recientemente posteó una foto en su cuenta de Instagram: “Hay equipo, pasión, mucho trabajo, emoción y ganas en el Gamaleya Nacional Institute of Epidemiology and Microbiology”, escribió.
El empresario ya había estado en la capital rusa a principios de año para firmar el acuerdo que le posibilitó empezar a fabricar las primeras dosis de la vacuna en la Argentina. En el embarque que partió hace unos días rumbo a Moscú, hay tres lotes que incluyen los componentes 1 y 2 de la fórmula. Fueron el resultado de un trabajo en conjunto realizado en los últimos dos meses por científicos argentinos y rusos.
Tras la firma del acuerdo en febrero, se había anunciado que la producción de las dosis comenzaría recién dentro de un año. Pero los tiempos se precipitaron y los argentinos podrían empezar a inocularse con una fórmula elaborada en su país mucho antes de lo previsto.
“De no mediar dificultades, a la mayor brevedad posible, comenzaría una etapa de producción de Sputnik V en nuestro país”, informó Richmond a la Bolsa de Comercio. Según pudo saber este medio, con la aprobación final, el laboratorio quedará en condiciones de empezar a producir un millón de dosis al mes en su planta actual, escalable hasta cinco millones. A la par, la compañía trabaja en la conformación de un fideicomiso de entre 70 y 100 millones de dólares para la construcción de una nueva planta que tendrá la posibilidad de fabricar hasta 500 millones de dosis por año. Fuentes del mercado aseguran que el proyecto generó un fuerte interés inversor que le garantiza suscripciones por el doble de los fondos requeridos.
El esquema de trabajo contempla que el Instituto Gamaleya suministre el principio activo para que en la Argentina se avance con la producción de la vacuna y su envasado. El mecanismo es inverso al empleado por AstraZeneca y mAbxeince, la compañía biotecnológica de Hugo Sigman que también forma parte de la cadena de producción de una de las dosis utilizadas en el mundo para frenar el avance de un virus que ya provocó más de 3 millones de muertes en todo el planeta.
Nueva planta
El pasado lunes, Figueiras recorrió el Instituto Gamaleya junto a la funcionaria Cecilia Nicolini. Más tarde, ambos mantuvieron una reunión privada con el ministro de Economía, Martín Guzmán -también de visita oficial en Rusia-, con quien intercambiaron opiniones y los puntos positivos sobre los avances para lograr la producción de la Sputnik V en el país.
La nueva planta será provista por un consorcio integrado por cinco empresas: CIMA Industries, Axiom Ingeniería, Shanghai Tofflon Science & Technology, Sanghai Zhongla Quality Management & Trading Co, y Grupo Sinotek, bajo el concepto de “llave en mano”.
El pasado lunes 12 de abril aterrizó en el aeropuerto de Ezeiza un cargamento enviado desde Moscú de 170 kilos de material de investigación con el objetivo de comenzar a evaluar procesos analíticos y productivos para el futuro proceso de producción de la vacuna.
El Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología de Gamaleya del Ministerio de Salud de la Federación de Rusia y el Fondo de Inversión Directa de Rusia (RDIF) acaban de anunciar que la vacuna Sputnik V demostró una eficacia del 97,6%, según el análisis de datos sobre la tasa de infección por coronavirus entre los vacunados en Rusia con ambos componentes de dosis del inoculante.
El comunicado oficial
“Laboratorios Richmond se enorgullece del apoyo de RDIF y del hecho de que el Fondo recurra a nuestra base científica y tecnológica para producir la vacuna Sputnik V en Argentina. Nuestra empresa hará todo lo posible para garantizar que la vacuna esté disponible lo antes posible para Argentina y para toda la región de América Latina”, declaró Figueiras en un comunicado oficial difundido por el Fondo de Inversión ruso, cuya traducción se transcribe a continuación.
Argentina se ha convertido en el primer país de América Latina en comenzar la producción de la vacuna Sputnik V. RDIF y sus socios han realizado una transferencia de tecnología para Laboratorios Richmond; el primer lote producido será entregado al Centro Gamaleya para el control de calidad del medicamento. Está previsto que la producción a gran escala de Sputnik V en Argentina comience en junio.
Argentina fue el primer país latinoamericano en registrar oficialmente Sputnik V en su territorio. El registro se llevó a cabo a través de una autorización de uso de emergencia (emergency use authorization). La vacunación con el fármaco ruso comenzó en Argentina el 29 de diciembre de 2020. La vacuna producida en Argentina, podrá luego ser exportada a otros países de América Central y América Latina.