Se trata de Andrea Ranno, empleada del hotel por donde pasaron los rugbiers luego de asesinar a Fernando Báez Sosa.
Andrea Ranno, empleada del Hotel “Inti Huasi” ubicado en El Bosque de Villa Gesell, aseguró que los rugbiers “estaban orgullosos”. Este viernes se lleva adelante la quinta jornada del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa.
“Ellos pasaron frente al hotel y los escuché hablar de una pelea y que festejaban la situación”, señaló la testigo. Si bien no precisó cual de los imputados, Ranno aseguró: “Primero vi cómo uno de ellos salió corriendo y estaba como sacado”.
“Soy testigo porque pude identificar donde vivían y le marqué el lugar a los policías. También señalé en la sala cómo estaba vestida la persona que corrió, ya que, la camisa desabrochada y su pelo son imposibles de olvidar”, relató.
Asimismo, al ser consultada sobre cómo empezó la escena donde ella es protagonista, Ranno explicó: “Empecé a escuchar una conversación y cuando salgo veo a jóvenes sobre las rejas de un supermercado y pensé que era un robo”.
A diferencia de otros relatos, el de la mujer fue más que importante porque sostuvo que escuchó cómo todos los involucrados, sumado los sobreseídos, celebraban. En su relato aseguró escuchar a uno de los jóvenes decir “le rompí toda la jeta, estaba llena de sangre”, a otro de los imputados.
Sobre el abrazo final con los padres de Fernando, expresó: “Le pedí perdón a los papás por decir que los acusados festejaban el crimen”. “Una persona normal no puede estar ahí si no se emociona porque cada relato es como volver a matarlo”, detalló Ranno.
Por último expresó sus deseos, en consonancia con la familia de Fernando: “Esperaba mucho este momento porque quiero que la familia descanse y se haga justicia con la perpetua”.