El Senado dio media sanción al proyecto de ley que establece un marco regulatorio de la cadena de producción, industrialización y comercialización del cannabis para uso medicinal y de investigación científica, y la producción industrial del cáñamo. La iniciativa del Gobierno nacional obtuvo 56 votos a favor, 5 en contra y una abstención. En San Nicolás, Florencia Almará aseveró que “es una muy buena noticia para quienes llevamos adelante esta lucha”.
De la Redacción de EL NORTE
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La norma, que ahora deberá ser aprobada por la Cámara de Diputados para convertirse en ley, dispone que la misma regirá en todo el territorio de la República Argentina con carácter de orden público. Las actividades reguladas estarán sujetas a la jurisdicción federal y cualquier incidencia que de modo directo o indirecto pudiera surgir de la aplicación de esta ley será competencia del fuero Contencioso Administrativo Federal.
El proyecto crea la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (Ariccame), que funcionará como organismo descentralizado en el ámbito del Ministerio de Desarrollo Productivo.
Esto supone, entonces, una buena noticia para San Nicolás también. Así lo manifestó una de las nicoleñas que lleva adelante la lucha por el cannabis medicinal, Florencia Almará. Dialogó en el programa “Pila y Media” que emite Radio U, donde observó que “es una medida muy buena que estábamos esperando”.
El proyecto
Se trata de una iniciativa del Gobierno nacional, que obtuvo la media sanción el pasado jueves en la Honorable Cámara de Senadores y ahora se está a la espera de su tratamiento en Diputados. El proyecto de ley establece un marco regulatorio de la cadena de producción, industrialización y comercialización del cannabis para uso medicinal y de investigación científica, y la producción industrial del cáñamo.
“Lo que sucedió el jueves fue que se va a crear la Agencia regulatoria de la Industria del Cáñamo y le permitirá a las pymes y al Estado poder producir el aceite que muchos argentinos necesitan. Es algo muy bueno, que el mismo Estado te pueda dar, que vos lo puedas ir a comprar, va a generar mucho empleo también”, manifestó Almará.
“Venimos de una pandemia arrasadora en ese sentido y este tipo de propuestas van a dar una pequeña solución a mucha gente. Va a dar vestimenta, trabajo, salud, alimentación, es muy grande la importancia que tiene el uso del cáñamo y del cannabis”, agregó de inmediato Almará.
El presidente de la comisión de Agricultura del Senado, Adolfo Rodríguez Saá, quien llevó adelante el plenario de comisiones que abordó el debate en la Cámara Alta, fue el miembro informante del proyecto en el recinto. El senador puntano agradeció a los más de 30 expositores, de las ONG, organizaciones civiles, productores, investigadores, “invitados y propuestos por diferentes fuerzas políticas”, que con “sugerencias y correcciones han enriquecido el proyecto original”.
Rodríguez Saá se refirió a la prometedora cadena productiva que genera una “industria global y de crecimiento exponencial” para el cannabis de uso medicinal y terapéutico. También sobre la creación -según proyección de la UBA- de diez mil fuentes de trabajo, con inclusión de una enorme actividad científica y tecnológica en un cultivo con “cualidades ambientales importantes, que mejora el suelo al extraer contaminantes y que no demanda utilización de herbicidas”.
El proyecto también fue acompañado por senadores de distintas provincias, incluso de Juntos por el Cambio, que ya comenzaron procesos similares. La senadora radical jujeña, Silvia Diacoppo, destacó la creación en su provincia de Cannaba, una empresa sociedad del Estado para la industrialización, uso farmacéutico y comercialización del cannabis” y ponderó la lucha y “los testimonios de dolor de las Madres del Cannabis” en un “tema demonizado”.
Beneficios
Si bien el proyecto propuesto va a ir mejorando a medida que pueda implementarse e ir corrigiendo cada paso que se dé con esta nueva iniciativa, va a permitir desde el inicio una ayuda en el abaratamiento de costos de quienes ya producen cannabis medicinal porque lo necesitan e incrementaría, además, la oferta del aceite.
“Viene bien para los cultivadores que están solos en este camino o, por ejemplo, para los cultivadores, aun siendo individualistas van a poder hacerse de la cerillas. Tenemos una ley que es la N° 27.350, que nos permite cultivar, podemos hacerlo en nuestro dominio y realizar el aceite para nuestro familiar enfermo, pero hay un tema con las semillas”, explicó Almará.
También, puso como ejemplo el caso de su hermano. “Hace 30 años que se accidentó mi hermano, la mitad de su vida la está pasando en una cama, sin siquiera poder moverse. Pero cuando apareció el cannabis en nuestra vida él pudo dormir, sin dolor. La importancia de que nos dejen producir sin problemas y ayudándonos es algo que estábamos necesitando”, afirmó.