El ministro de Economía, Sergio Massa, mantuvo hoy una reunión de trabajo con su equipo económico para avanzar sobre los objetivos planteados para el segundo semestre.
“Massa y sus funcionarios trabajaron sobre cuatro lineamientos de gestión: lucha contra la inflación, estabilización financiera, ordenamiento del gasto público y programa de crecimiento de la inversión productiva”, indicó el Palacio de Hacienda en un comunicado.
El encuentro contó con la presencia del secretario de Política Económica, Gabriel Rubinstein; sus pares de Hacienda, Raúl Rigo; Finanzas, Eduardo Setti; Legal y Administrativa, Ricardo Casal; el jefe de gabinete, Leonardo Madcur; Marco Lavagna y el vicepresidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Lisandro Cleri.
La reunión se llevó a cabo luego de una semana complicada para el elenco económico en el que se conoció que hubo una aceleración de la inflación y una profundización de la pérdida de reservas del Banco Central.
Al cierre de la semana, tras sus intervenciones en el mercado cambiario, el Banco Central debió desprenderse de US$ 470 millones, mientras el denominado dólar Qatar superó los $ 400.
Así el BCRA vendió el viernes US$ 49 millones en sus intervenciones en el mercado de cambios. Las ventas que lleva en el mes son el peor resultado desde principios de noviembre. De esta manera, la autoridad monetaria acumuló en febrero un balance negativo de US$ 903 millones.
El Gobierno nacional tiene que presentar al 31 de marzo un balance de reservas internacionales con US$7.700 millones, pero la meta luce muy lejana por la que en círculos privados no se descarta que se negocie un ‘waiver’.
En el inicio del año el Banco Central contaba con US$44.000 millones de reservas brutas, pero en la actualidad está algo abajo de los US$40.000 millones y con tendencia a seguir perdiendo dólares.
Analistas privados también estiman que el Ejecutivo nacional ya operó por US$500 millones en la recompra de bonos, sobre un total de US$1.000 millones, mientras aguarda que se habilite un préstamo de bancos internacionales por unos US$1.500 millones.