Según psicólogos, este auge representa “un riesgo para la economía y la salud de las personas”.
(Por Franco Ojeda) Especialistas en salud mental y de la Defensoría del Pueblo y la Lotería de la Provincia de Buenos Aires advirtieron sobre el crecimiento entre los jóvenes de las apuestas online, especialmente las deportivas, un fenómeno novedoso relacionado a la crisis económica, la hiperconectividad y el aumento de la publicidad en medios de comunicación, donde “la promesa de ganancias importantes es un factor muy atractivo para jugar”.
Juan Gossen, director de la Defensoría del Pueblo bonaerense e integrante del Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos del organismo, afirmó a Télam, que “en el último año hemos detectado la aparición de consultas de jóvenes con problemas de juego compulsivo”.
Ignacio, un joven de 23 años que lava autos en Claypole, mira un partido mientras constantemente ingresa a un reconocido sitio de apuestas deportivas para observar los juegos en los que apostó dinero.
“Esto es simple, si juega el primero con el último, ahí no apostás porque no tiene sentido, tirás la plata. Uno apuesta en los partidos de mitad de tabla. Si ganás, lo distribuís en otras partidas, si perdés, mala suerte”, admitió el joven a Télam.
La ludopatía es una enfermedad emocional reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que afecta aspectos de la vida personal, familiar, laboral, social y económica de quien la padece.
Según las estadísticas del Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos, el 30% de la población mantiene algún tipo de vinculación con el juego, y dentro de ese porcentaje el 95% corresponde a personas que lo hacen recreativamente, 3,5% son jugadores problemáticos y 1,5% compulsivos.
Alberto Álvarez, psiquiatra e integrante de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA), indicó a Télam que “los jóvenes son más permeables a estos problemas porque la promesa de ganancias importantes es un factor muy atractivo”.
Para Verónica Mora Dubuc, psiquiatra e integrante de la Asociación de Psiquiatras Argentinos (APSA), “el juego de apuestas es un estímulo que varía de persona a persona, que va desde el placer de la diversión hasta necesidades muy básicas sustentadas en un pensamiento mágico y mesiánico de que con esto ‘me voy a salvar'”.
Dentro del rubro de apuestas, el sector que más creció fue el deportivo, en especial después de 2019, cuando trece provincias permitieron que operen estas empresas.
Mauro Guevara, director general del Programa de Prevención y Asistencia al Juego Compulsivo de la Lotería de la provincia de Buenos Aires, afirmó a Télam que “el fenómeno de las apuestas online y deportivas en el país es algo novedoso debido a que en último año se multiplicaron las ofertas de sitios de apuestas”.
“La pandemia hizo que las personas estén cada vez más hiperconectadas y las apuestas se adaptan a este momento”, explicó.
A su vez, remarcó que, si bien “no se vieron aumentos masivos en los casos con esta problemática, es un fenómeno que se está siguiendo muy de cerca”.
Durante el ultimo año, las publicidades de sitios de apuestas se diversificaron, promocionando sus servicios a través de programas de televisión, en camisetas de clubes y con influencers en redes sociales.
“Son un tema pendiente las redes sociales debido a que las empresas están radicadas en otros países y tienen otros marcos regulatorios y eso excede muchas veces el marco normativo provincial y nacional”, señaló Gossen.
En este contexto, especialistas en adicciones advirtieron que cada vez más jóvenes se acercan a los centros de asistencia con problemáticas relacionadas con las apuestas online.
Por su parte, Gustavo G, secretario de Jugadores Anónimos, organización que ayuda a las personas que tienen problemas con las apuestas, dijo que “lamentablemente, están llegando muchos chicos jóvenes con este problema. Algunos de ellos nos dijeron que comenzaron a los 13 años y jugaban continuamente hasta que la situación se les fue de las manos”.
“Esto representa un riesgo para la economía y la salud de las personas”, indicó.
Según datos del informe de la Incidencia de la pobreza y la indigencia en aglomerados urbanos realizado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (Indec), el 45% de las personas de 15 a 29 años son pobres, y en este contexto muchas de este rango etario encuentran en los sitios de apuestas la posibilidad de obtener unos ingresos extras.
Renzo es un repartidor de 20 años de la localidad de San José, en Almirante Brown, que en sus tiempos libres apuesta las propinas que recibe en sitios de bingos online.
“Hay que hacer rendir la plata, porque no alcanza con lo que hacemos”, señaló a Télam Renzo, mientras jugaba una partida de bingo.
Sobre el tiempo que le dedica al juego señaló: “A veces le meto media hora y otras puedo estar tres horas. Depende la suerte de cada uno. Hay días que te sale todo y hay días que quedás seco, pero si no intentás, no ganás”.
Por su parte, Diego, un joven de 22 años del barrio los Eucaliptos en San Francisco Solano, trabaja de repositor en una perfumería y juega todos los días a la ruleta online.
“A veces juego desde el trabajo, porque muchas veces no entra nadie en el local. Entonces mientras descanso voy jugando, pero sobre todo a la medianoche, donde en las mesas hay más plata”, admitió.
Y agregó: “No queda otra, la situación es difícil. Por suerte nunca perdí mucha plata, aunque si perdí todo lo que gane en una noche”.
En este marcó, Gossen apuntó que si bien el juego no es malo “es necesario llevar a cabo una campaña intensa por redes sociales para prevenir el juego compulsivo y problemático, debido a que las apuestas online van a crecer en los próximos años porque hay un elevado nivel de interconectividad”.
“Estamos trabajando en una política activa de juego responsable para que las personas eviten apostar en tiempos de crisis emocionales, que cuando apuesten estén acompañados, que establezcan un límite de tiempo y dinero y, además, incluimos un botón de autoexclusión en los sitios de apuestas legales para aquellas personas que reconocen tener este problema”, expresó Guevara.
Desde el Observatorio destacaron la importancia de la Unidad de Atención Virtual (UVA) del Instituto, que surgió recientemente para dar una respuesta profesional, online y gratuita a quienes requieran un asesoramiento sobre juego compulsivo, al que se le suma la línea gratuita 0800 444 4000 que funciona las 24 horas todos los días del año. (Télam)