Autoridades de los dos centros de salud públicos de San Nicolás advirtieron sobre el crecimiento de la demanda en Guardia de atenciones médicas a personas que presentan cuadros clínicos vinculados a la inhalación del humo que llega de las islas que arden en el Delta.
De la redacción de EL NORTE
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El fuego en el delta del Paraná sigue causando estragos en la zona de islas, pero también consecuencias en la salud de muchas personas que respiran el aire contaminado por el humo y cenizas producto de las quemas de pastizales.
De hecho, la demanda de atención médica en las Guardias del hospital San Felipe y hospital Zona Norte creció notablemente en las dos últimas semanas, cuando la atmósfera de la ciudad se vio invadida por un denso manto de humo. Lo interesante es que el aumento de las atenciones por dificultades respiratorias se registra cuando se compara mismo período estacional 2021 con 2022.
“Indudablemente, el escenario que se vive en la región a causa de los incendios en las islas ha generado un crecimiento en la demanda de personas que padecen algún tipo de enfermedad respiratoria crónica, como asma, bronquitis. Estas patologías se atienden en Guardia, especialmente pediátrica”, explicó el Director Ejecutivo del hospital San Felipe, Pablo Gavazza. “La falta de calidad en el aire acrecienta las afecciones respiratorias, y de eso no hay duda alguna. Muchas veces es el mismo viento el que, producto de la sequía, trae también mucha tierra. Por eso hoy están faltando dos cosas: que llueva. Y que la gente tome consciencia del daño que se le está haciendo al planeta”, añadió Gavazza.
Un escenario similar se vive en la Guardia del hospital Zona Norte. “Hoy estamos teniendo un aumento de entre 15% y 20% en la demanda de atención clínica por patologías en vías respiratorias. Y exacerbación de cuadros de asma, tos, alergias, en muchos casos en personas que padecen enfermedades pulmonares o cardíacas pre existentes”, explicaron autoridades del hospital municipal.
“Las afecciones no sólo se producen por respirar partículas tóxicas sino también por gases y vapores que se asientan en determinadas zonas de la ciudad. La situación es compleja para toda la región”, advirtieron.
Crónicos
Médicos de Guardia hablan de “un aluvión” de pacientes crónicos que sufrieron agravamiento de sus cuadros. Los síntomas más comunes son conjuntivitis irritativa, rinitis, laringitis y disfonía y aparecen como consecuencia de las quemas.
A las personas con diagnóstico de asma que se encuentran en el grupo de las más perjudicadas por el humo que llega a la ciudad, se le suman pacientes con otros tipos de alergia, con fibrosis quística (una enfermedad que daña los pulmones), con Epoc, y otros problemas respiratorios producto de diversas enfermedades de base.
Por su parte, la Facultad de Ciencias Médicas (FCM) de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) realizó un informe donde determinó que los principales síntomas que se observan son «tos, dificultad para respirar y silbidos en el pecho».
De acuerdo a los datos brindados por el estudio, «los gases y partículas producidas por las quemas son inferiores a 2,5 micrómetros, compuestas por carbono elemental, metales de transición, moléculas orgánicas complejas y compuestos orgánicos volátiles».
