El hijo del presidente Joe Biden se declaró culpable de impago de impuestos

Hunter Biden fue acusado el pasado diciembre de tres delitos graves y seis delitos menores por no pagar sus impuestos durante varios años.

Hunter Biden, hijo del presidente estadounidense Joe Biden, se declaró culpable este jueves de nueve cargos relacionados con evasión fiscal, lo que le permite evitar un juicio largo y potencialmente complicado. La declaración de culpabilidad llegó tras el rechazo de su intento de presentar una declaración Alford, que le permitía mantener su inocencia mientras aceptaba que el caso en su contra era sólido.

En lugar de una declaración Alford, Biden aceptó una declaración abierta, en la que se declara culpable de todos los cargos sin una recomendación específica de los fiscales sobre la sentencia. La decisión final sobre la condena será tomada por el juez el 16 de diciembre, según NBC News.

Biden enfrenta acusaciones por no haber pagado al menos 1,4 millones de dólares en impuestos federales, dinero que se gastó en lujos como drogas, acompañantes, hoteles de lujo, propiedades de alquiler, coches exóticos y ropa. La acusación describe que el dinero se utilizó para todo, menos para pagar impuestos.

En diciembre, un gran jurado federal había presentado cargos contra Biden por tres delitos fiscales graves y seis menores, que incluyen la falta de presentación y pago de impuestos, evasión fiscal y presentación de una declaración falsa.

Anteriormente, Biden había llegado a un acuerdo con el Departamento de Justicia para declararse culpable, pero el acuerdo se cayó cuando un juez expresó dudas sobre algunos términos. La falta de un acuerdo revisado llevó a la acusación de Biden por cargos relacionados con armas en Delaware y cargos impositivos ampliados en California.

Además, Biden fue declarado culpable en junio de este año por posesión ilegal de armas en un caso no relacionado, en el que mintió sobre su consumo de drogas al comprar un revólver. En ese caso, enfrenta una posible condena de hasta 25 años de prisión y una multa de hasta 250.000 dólares.