Tras el revuelo generado por el proyecto de Ley Ómnibus y el traspié sufrido en el Congreso, el Gobierno ha decidido dar un giro estratégico en su enfoque legislativo. La atención se centrará ahora en las sesiones ordinarias, con el envío de leyes más cortas y específicas con el objetivo de avanzar en las reformas propuestas.
La polémica desatada por la Ley Ómnibus, que no logró el respaldo necesario en el período de sesiones extraordinarias, ha llevado al movimiento político La Libertad Avanza a dar por concluido su trabajo legislativo en este período adicional. Ahora, el foco estará en conseguir mayores consensos mediante iniciativas menos amplias.
La Casa Rosada ha intensificado su ofensiva contra los gobernadores luego del traspié sufrido con la Ley Ómnibus, lo que ha generado tensiones adicionales en el ambiente político. Diputados de La Libertad Avanza esperan poder iniciar un nuevo capítulo a partir de marzo, buscando dejar atrás las discrepancias del pasado período legislativo.
Martín Menem, una figura clave, ha sugerido una nueva estrategia que se enfocará en presentar leyes más cortas y específicas, facilitando así la obtención de apoyo parlamentario. Algunos legisladores dentro del bloque oficialista han expresado críticas hacia las negociaciones llevadas a cabo por el ministro del Interior, Guillermo Francos, y el principal estratega del Gobierno, Santiago Caputo.
El rechazo público hacia aquellos diputados que no respaldaron todos los artículos del proyecto, como en el caso de Carolina Píparo, ha generado tensiones adicionales en el seno del oficialismo. Sin embargo, desde el entorno de la excandidata a gobernadora aseguran que siguen respaldando al presidente Milei, aunque critican la actitud de su entorno cercano.
En este contexto, se plantea la posibilidad de dividir la Ley Ómnibus en varios proyectos más específicos, lo que podría facilitar las negociaciones y obtener un mayor consenso. A pesar de los contratiempos sufridos, muchos dentro del oficialismo consideran que la situación ha fortalecido al Gobierno, evidenciando quiénes están a favor del cambio y quiénes no.
El presidente del bloque oficialista, Oscar Zago, analiza estas posibilidades mientras el Gobierno sigue apostando a que la presión social juegue a su favor para sumar voluntades. Sin embargo, la estrategia legislativa futura estará marcada por una mayor fragmentación de los proyectos y una búsqueda de consensos más amplios.