La zona de humedales del Delta del río Paraná sigue ardiendo, pese a los esfuerzos de decenas de brigadistas que desarrollan tareas frente a las costas nicoleñas. La medidora internacional de calidad de polución IQ Air reporta una alta concentración de PM2 en el aire local.
Carolina Mitriani
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Los incendios en la zona de islas, como sucede de manera más agresiva desde el año 2008, reaparecen en períodos en los que los suelos son preparados o “limpiados” para diferentes actividades agropecuarias. Este recurso perjudicial, tanto para la naturaleza como para la vida humana, se manifiesta como el principal motivo de la problemática que se reanudó en la región de humedales. Las llamas descontroladas en carácter accidental suelen presentarse con menor frecuencia, correspondiendo a tan solo el 5% del total de los hechos. La sequía histórica, profundizada por la emergencia hídrica del río Paraná, agrava la situación.
Irrespirable
La entidad extranjera de reportes de polución «IQ Air» indica que “la concentración de PM 2,5 en San Nicolás de los Arroyos es actualmente 1.4 veces superior al valor guía anual de calidad del aire de la OMS”.
Lo determina como el principal contaminante, con 7.1 microgramos por metro cúbico. El tamaño de las partículas determina la capacidad de desplazarse con mayor facilidad al interior de los pulmones al respirar. En los casos de personas con afecciones en sus sistemas respiratorios, puede generar mayores perjuicios a la salud la exposición a este desprendimiento de las llamas y sus consecuentes despojos.
Combate en primera línea
El Cuartel de Bomberos local brinda soporte desde el Aeroclub San Nicolás, ofreciendo abastecimiento de elementos. El otro comando está ubicado en el exbatallón, haciendo tareas de prevención, trabajando en conjunto con el Ejército Argentino.
El Ministerio de Ambiente de la Nación informó que envió medios aéreos, que se encuentran operativos, y aguarda con mayor posibilidad de ampliar las unidades junto a personal para combatir el fuego en el caso de ser solicitados.
A través del Servicio Nacional del Manejo del Fuego (SNMF), consigna en su reporte diario que en Entre Ríos se encuentra operando un helicóptero con helibalde y para traslado de personal, un avión hidrante y 11 brigadistas de Parques Nacionales. También detalla que está en el lugar de la problemática central la coordinadora de la Regional Pampeana, Florencia Tuñón. Se brinda apoyo técnico con pronóstico meteorológico para planificación.
De los dos focos que se reportaban el 5 de julio, uno de ellos se marcó como extinguido por el SNMF; el restante se expresa al momento contenido, es decir que el incendio mantiene su actividad, pero por los trabajos realizados se detuvo el avance del fuego/frente.
El reporte del sistema Fire Information for Resource Management System (FIRMS) de la NASA muestra en su espectro de 24 horas la continuidad de dos focos en la zona frente al Parque San Martín. Asimismo, considerando las imágenes satelitales de días previos, ya se observa el avance del fuego sobre la vegetación.
En el mes de enero del 2022, a través del Decreto 6/2022, el Poder Ejecutivo Nacional declaró la emergencia ígnea en todo el territorio de la República Argentina por el plazo de un año y creó un grupo de trabajo presidido por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, con el fin de adoptar las medidas que resulten necesarias para propiciar y atender con carácter inminente la presupresión y combate de incendios forestales, la restauración de las zonas afectadas y la prevención de nuevos focos
Problema integral
Además de resultar un problema de la producción, a partir del modelo extractivista que avala estas prácticas, y ambiental, los incendios de espacios naturales son un problema sanitario. Las secuelas del humo y la pérdida de calidad en el aire afectan en la reducción de la visibilidad del tránsito y principalmente en la salud humana cuando llegan a los cascos urbanos.
Inhalar el aire contaminado puede ocasionar tos, dificultad para respirar normalmente, ardor en los ojos, irritación en la garganta, moqueo, irritación de los senos paranasales, sibilancias, dolor de pecho, dolores de cabeza, ataques de asma y aceleración de los latidos cardíacos. Es esencial que ante cualquier sintomatología exacerbada -principalmente en aquellos casos en los que se cursen enfermedades crónicas, adultos mayores, bebés y personas gestando- se recurra a recibir atención médica.