En contacto con Radio U, el politólogo ucraniano Oleskii Otkidach considera que las negociaciones que mantienen los gobiernos de Rusia y Ucrania para avanzar en un cese de operaciones militares “no van a prosperar”. “Lo que puede suceder es que se consensue la habilitación de corredores para que los civiles puedan salir del país o moverse para conseguir alimentos. Pero los enfrentamientos no van a cesar”, aseguraba por la mañana. Por la tarde las partes anunciaron que había acuerdo en ese sentido. “La resistencia ucraniana crece con el correr de los días”, aseguró el analista.
De la redacción de EL NORTE
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Oleksii Otkidach, ucraniano, historiador y especialista en temas de política nacional e internacional, se refugiaba ayer en un sótano de la ciudad de Kiev luego de una noche de intensos bombardeos rusos sobre la capital ucraniana.
“Hoy (por ayer) la situación es estable. Rusia ha tenido éxito durante los primeros días de ofensiva, pero este jueves el escenario es menos violento en virtud de que el Ejército ruso está teniendo problemas de logística para seguir avanzando. Sus soldados tienen temor, hambre y están desmotivados”, explicó Otkidach en diálogo con periodistas del programa «Pila & Media» (Radio U).
“La resistencia ucraniana crece con el correr de los días. La gente sale a las calles para pararse frente a los tanques rusos. Y las fuerzas armadas ucranianas han hecho retroceder a las tropas invasoras en Kiev”, agregó Otkidach. “Es cierto que la situación es más complicada en ciudades como Járkov, donde Rusia bombardea con artillería reactiva. En el sur la situación en más crítica. En Herzog los combates se dan en las calles, y no se sabe a ciencia cierta quién domina la ciudad”, aseguró el politólogo ucraniano.
Sobre la posibilidad de un avance en las negociaciones que permita avizorar un alto el fuego, Otkidach se mostró pesimista. “Yo creo que las negociaciones no van a prosperar en ese sentido. Tengo muchas dudas de que se llegue a un entendimiento porque no están dadas las condiciones para que ello ocurra. Lo que puede suceder es que se consensue la habilitación de corredores para que los civiles puedan salir del país, ponerse a salvo, o bien, movilizarse para conseguir comida y medicamentos. Eso es, por ahora, lo único que se puede negociar”, advertía Otkidach por la mañana. Horas más tarde se anunciaba que se habilitaban los corredores humanitarios.
Los civiles hoy buscan refugio en las estaciones de subterráneos, en las ciudades que cuentan con este tipo de medios de transporte. “Los ciudadanos ucranianos hoy apoyan al presidente Volodímir Zelenski, mucho más que antes de que se iniciara el conflicto. Previo al inicio de la ofensiva rusa Zelenski tenía una aprobación del 30 por ciento, más o menos, entre la ciudadanía. Fundamentalmente por los problemas de corrupción y también económicos. Pero hoy nadie critica a Zelenski. Tiene una aprobación cercana al 90 por ciento. Es el máximo histórico. Zelenski hoy se muestra como un líder que toma decisiones. Además, se sienta a la mesa de sus socios y aliados externos, y eso es muy importante para los ucranianos”, contó el politólogo.
Otkidach explica que en Kiev la población tiene acceso a alimentos, combustible y dinero en los cajeros automáticos. Aunque en otras ciudades se puede complicar el acceso a estos bienes y productos. “En las ciudades donde no hay combustible tampoco suele haber medicamentos y alimentos. Por esta razón se están negociando corredores comunitarios que permitan a los civiles el tránsito a otro país u otras ciudades donde se puedan conseguir estas cosas”, dijo.
Neonazismo
Uno de los argumentos de Vladimir Putin para desatar la ofensiva militar sobre Ucrania es terminar con los grupos neonazis que, según el presidente ruso, tienen fuerte protagonismo en algunas zonas de Ucrania.
“Eso es una patraña rusa”, dijo Otkidach en perfecto español, aunque con una pronunciación extraña por tratarse de un ciudadano ucraniano.
“Ellos (el Gobierno ruso) vienen argumentando eso desde 2014. Así justifican ante su pueblo lo que están haciendo ahora. Es la manera que tiene Putin de revivir el fantasma del nazismo en un pueblo que ha luchado contra la barbarie nazi. Esa narrativa les permite tener el control político de su país. Los ciudadanos rusos tienen miedo del nazismo, y es lógico porque lo sufrieron mucho en la Segunda Guerra Mundial. Pero lo cierto es que se trata solo de una narrativa. De hecho, el presidente Zelenski es judío, rusoparlante. Además, Israel apoya abiertamente a Ucrania. También las distintas organizaciones judías. Es tonto acusar a un país de nazi cuando es liderado por un judío”, sostiene el politólogo. “Es cierto que aquí hay movimientos de extrema derecha, como en Argentina o cualquier otro país del mundo. Pero son marginales, es decir, no representan más del 5 por ciento de la población. Pero para Rusia cualquier ciudadano ucraniano que defienda a su patria es un nazi. Ellos solo aceptan a los ucranianos pro Rusia”.
¿Ofensiva nuclear?
Por estas horas, el mundo teme que el conflicto entre Rusia y Ucrania escale al plano nuclear. Sobre este punto, Oleskii Otkidach asegura que “es difícil saber si estamos cerca o lejos del uso de armas nucleares. Yo creo que por el momento son solo amenazas hacia los países occidentales. Es verdad que las fuerzas nucleares rusas están en estado de alerta. Pero siempre lo están, puesto que han sido creadas para responder en caso de ser atacados con armamento nuclear. Lo que ha hecho Putin al decir que se activen las defensas nucleares no es otra cosa que revalidar lo que era un hecho antes del inicio de esta guerra. Yo considero que es un gesto de advertencia a la OTAN. Pero el uso de armas nucleares por parte de Rusia no es una potestad de Putin puesto que hay otras ocho personas que deben avalar esa decisión. A nadie le conviene una guerra nuclear, tampoco a Rusia. Tanto el Kremlin como sus socios saben que un conflicto a esa escala traería gravísimos problemas también para el presente y el desarrollo futuro de Rusia”, concluyó Oleskii Otkidach.