Ayer lunes se puso en marcha un operativo de emergencia para contener y apagar focos ígneos en las islas entrerrianas que se extienden frente a la costa de San Nicolás. Los trabajos se concentraron en el sector ubicado a la altura del Pavón. Helicópteros del Ejército y Policía bonaerense realizan las tareas de logística. Sobre el terreno los bomberos actúan con mochilas forestales y bombas de agua. “Fue una primera jornada muy intensa”, aseguraron las autoridades a cargo. Esperan concretar el operativo entre mañana miércoles y el jueves. En la víspera el humo producto de la quema de pastizales volvió a invadir la ciudad.
De la redacción de EL NORTE
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En la mañana de ayer lunes se montó en el aeroclub de San Nicolás el Comando Unificado con el Servicio Nacional del Manejo del Fuego y la Defensa Civil de Entre Ríos, que tiene la misión de combatir los incendios en Islas de Entre Ríos y que afectan a la población de San Nicolás, Rosario y alrededores.
Luego de hacer públicos los reclamos de las autoridades municipales, de vecinos y las movilizaciones realizadas en distintas ciudades del delta, comenzaron a trabajar en forma conjunta las fuerzas de seguridad junto a los gobiernos de las provincias de Entre Ríos y Buenos Aires en un plan de contingencia para frenar el avance de las llamas.
La base se montó en San Nicolás, desde donde operan un helicóptero del Ejército, un avión hidrante del Servicio Nacional del Manejo del Fuego y otro helicóptero de la Policía de la Provincia de Buenos Aires. Durante este lunes no se utilizó el avión hidrante en esta zona, aunque sí los helicópteros que trasladaban a bomberos y realizaban vuelos de inspección.
En el lugar actúan bomberos de San Nicolás (11 en total), y brigadas que arribaron de Junín, La Plata, Entre Ríos, personal de Defensa Civil de la provincia de Buenos Aires y también del municipio.
Las tareas durante el primer día se focalizaron en focos encendidos a la altura del Pavón. Bomberos con mochilas hidrantes forestales, y bombas de abastecimiento de agua del arroyo Pavón.
Los trabajos comenzaron pasado el mediodía y se espera poder concretar los operativos entre mañana miércoles y jueves. Además, anticiparon que dejarán postas de vigilancia en el lugar para evitar que surjan nuevos focos de incendio. Los operativos cuentan con el visto bueno del gobierno de Entre Ríos, donde pertenecen los terrenos incendiados.
El referente del operativo es Raúl Pavón, miembro de la Subsecretaría de Emergencias del Ministerio de Seguridad y la Dirección Provincial de Defensa Civil de Buenos Aires.
Otra vez humo
Desde el viernes, grandes columnas de humo y ceniza invaden la zona. Ayer el humo volvió a contaminar el aire que se respira en la ciudad, fundamentalmente a partir de media mañana cuando el viento del este comenzó a soplar con más fuerza.
“El 99% de esos incendios son creados por el hombre de manera intencional”, cuentan bomberos de la zona. Y agregan que “nunca se vio tanta quema junta”.
“Además de la quema en las islas en la región, con el cambio de viento, el humo llegó también a la zona de Ramallo y de San Nicolás”, advirtió el director de Bomberos Zapadores de la provincia de Santa Fe, Andrés Lastorta.
“Las brigadas forestales de Santa Fe están trabajando a destajo, pero no dan abasto. Desde Villa Constitución los helicópteros están yendo y viniendo para apagar los incendios, pero hay que tener en cuenta que el 99% de estos incendios son intencionales. Más allá de querer hacer reducción de basurales, reducción de yuyales o limpieza de terrenos, hay que hacerlo con responsabilidad porque la sequía es muy grande”, advirtió el jefe de bomberos.
Aire contaminado
En tanto, el Observatorio Ambiental de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) alertó ayer lunes que en Rosario, Ramallo, San Nicolás, Junín, y en zonas aledañas se registran “niveles muy altos de contaminación en el aire”, producto de los fuegos desatados en el delta, un incendio que afecta a 7 mil hectáreas de los humedales.
Matías de Bueno, director del Observatorio admitió que el “humo que contamina Rosario proviene de unas 1.700 hectáreas -a la altura de San Nicolás y Ramallo – que no han sido controlados todavía”, publicó el Diario Democracia.
Y advirtió que “esta contaminación de aire provocará una pérdida de vida silvestre importante y un deterioro del medio ambiente muy preocupante”.