13.1 C
San Nicolás de los Arroyos
martes, 17 septiembre, 2024
Edición Diaria
Edición N°

Andrés Fassi: “Se dio cuenta de la brutalidad que hizo y empezó a operar con que había un arma”

El presidente de Talleres se sentó ante las cámaras de TV para narrar con lujo de detalles su versión de los hechos que tuvieron lugar en la zona de vestuarios en Mendoza. “Merlos me pegó una trompada en el pómulo y al vicepresidente una patada a la altura del hígado”, aseguró.

El pase a los cuartos de final de Boca en la Copa Argentina trascendió en polémicas. No solo durante el encuentro, sino en el después. Es que Andrés Fassi y Andrés Merlos se cruzaron fuertemente en la zona de vestuarios y, luego de las insólitas declaraciones del árbitro del partido, el presidente de Talleres rompió el silencio, primero en los medios, y luego en una extensa conferencia de prensa en la que brindó con detalles su versión de los hechos.

“Merlos tendrá que hacerse cargo de los actos que cometió. Por supuesto que en el vestuario se constató que no había ningún arma, y obvio que fue una mentira total del señor Merlos. Y no existieron guardaespaldas. Tengo 62 años y jamás tuve guardaespaldas, vigilante, chofer, nada. Merlos se dio cuenta de la brutalidad que hizo y rápidamente empezó a operar en distintos medios que había un arma. En el lugar había 10 ó 12 policías, imagínense si hubiesen visto un arma”, soltó Fassi respondiendo a la acusación de juez.

En la sala de conferencias de Talleres, Fassi comenzó aclarando lo perjudicado que fue su club por haber jugado en fecha FIFA cuando tenían siete jugadores convocados a selecciones y en un contexto donde ya ni la T ni Boca se encontraban en competencia internacional, y cargó también contra una parte menor del arbitraje argentino. “Son solamente cuatro o cinco árbitros serviles o abanderados que lamentablemente empañan ese 85% de arbitraje honesto, que ha sido modelo en el mundo y jugando en grandes mundiales con destacadas actuaciones de grandes árbitros en su historia. No se confundan, no hablo del arbitraje argentino: hablo de cuatro o cinco serviles, que para una causa determinada y enviados para perjudicar o beneficiar, ponen en vulnerabilidad la credibilidad del muy buen arbitraje argentino que tenemos”, disparó.

Luego sí, relató cómo se dieron los hechos con Merlos: “Normalmente no bajo tan rápido al vestuario, sino a los 15 ó 20 minutos que ya entró el plantel. Esta vez quise bajar para estar con Guido (Herrera), porque yo sé cómo vive el fútbol y lo que representa para Talleres. Bajo del palco, y cuando llego a la zona mixta, de frente venían los árbitros. En ese momento decido ir a preguntarle al señor Merlos por qué en reiteradas ocasiones perjudica a Talleres, y fue tanta la certeza de mi pregunta que durante los tres o cuatro minutos que se da toda esta situación, no dije absolutamente otra palabra más que ‘vine a hablar y explícame por qué seguís perjudicando a Talleres’. Cualquier otra cosa que se diga de esto, es una mentira total. Gracias a Dios hay tres policías de testigo, y me enteré ayer que también había un periodista viendo el desenlace de esta situación”, comenzó.

Y siguió: “Él empieza a gritarme a mi, exactamente al revés de lo que normalmente pasa en este tipo de situaciones porque muchas veces he sido yo el que he gritado a un árbitro. Él me dijo que si yo quería hablar con él lo acompañara a su vestuario, se puso en una forma totalmente irracional y sacada, tal es así que lo empiezan a sujetar los otros árbitros porque él empezó a buscar a agredirme, mucho antes de lo que después lo termina haciendo. Y me insistía, ‘vení a mi vestuario’ y le dije que iba. Era tal la forma en que se sacó este señor, que sujetado por su gente, lo logran meter al vestuario. Por supuesto que tomo la decisión de que de ninguna manera en ese estado iba a ingresar al vestuario, y me quedo afuera. Se ve que lo dejan, él vuelve a salir del vestuario y yo estoy a cuatro o cinco metros de la puerta, viene directamente a buscarme y yo seguía con policías delante mío y me pegó una trompada en el pómulo derecho, donde la verdad que yo quedo totalmente atónito y pensando ‘qué locura lo que este hombre acaba de hacer, jamás vi que un árbitro le pegue a un presidente de un club’.

En este momento estábamos bajando con Gustavo Gatti, el vice que presenció toda la situación, y después de eso, que sus ayudantes lo vuelven a meter al vestuario, Gatti se acerca a decirle ‘pero vos estás loco, cómo le vas a pegar al presidente’. ¿Qué recibe el señor Gatti? Una patada del señor Merlos a la altura del hígado, que lo tira dos metros para atrás de la puerta del vestuario. Ahí termina ese hecho bochornoso, tristísimo que jamás había vivido”

error: ¡Contenido protegido!