Atrás quedó Long Beach y ya este jueves se le presentará otro gran desafío, realizar pruebas en el legendario óvalo de Indianapolis en busca del sueño, ser parte de las “500 Millas”.
Todas son emociones y nuevas sensaciones las que rápidamente va experimentando Agustín Canapino dentro de la IndyCar. En poco más de un mes pasó su inolvidable debut corriendo en San Petersburgo, la primera y sobresaliente experiencia en el óvalo de Texas y la carrera en el histórico circuito de Long Beach con todas las derivaciones que tuvo esa prueba.
Tan vertiginoso es todo, que ya este jueves el argentino estará probando en Indianapolis, formando parte del Rookie Orientation Program, obligatorio para los novatos que buscan disputar las 500 Millas de Indianápolis.
Entre jueves y viernes deberán demostrar capacidad para competir en este tipo de trazados sobre un auto de IndyCar, debiendo sortear 3 instancias a diferentes velocidades, mostrando aptitudes para ello y también para salir indemnes de diversas situaciones de carrera, como el tráfico o instancias complejas durante la competencia.