Un 19 de marzo de 1998, un niño de seis años cae a un pozo que estaba mal tapado. Se trata de Cristian Quiróz, que iba caminando para su casa tras salir de la escuela. Fue en Av. Dámaso Valdéz y Av. Moreno.
EL NORTE pudo dialogar con su padre, Oscar Quiróz, quien manifestó que “estoy muy enojado con todo lo que pasó, me queda esa sensación de bronca que no se fue en estos años. La justicia da condenas de 2 años a 3 años en suspenso y nadie terminó preso, fue una burla. Se robaron la plata y no pasa nada”.
“Hubo un hecho grande de corrupción con una figura de homicidio culposo y doloso que no se juzga. Me acuerdo que en ese momento la justicia decía que no se puede juzgar la honorabilidad de los imputados y parece una burla, ¿Que honorabilidad hay en la corrupción? Funcionarios corruptos y jueces corruptos”, añadió con impotencia.